Estos son los 5 secretos ocultos de la vagina que debes saber

Cómo estrechar la vagina y aumentar el placer

El envejecimiento, los cambios hormonales, el embarazo y el parto pueden ensanchar la vagina. Te mostramos unos tips para estrechar la vagina.

Para muchas mujeres, la pérdida de elasticidad y el ensanchamiento de tu vagina puede convertirse en un problema de salud mental. Es algo que puede afectar a tu autoestima y en tu confianza a la hora de tener relaciones de pareja. Además, existe el agravante de que en las relaciones sexuales no se disfruta al máximo.

El hecho de no poder recibir placer vaginal produce estrés y eso es algo que juega en contra de cualquier mujer. No solo aumenta el placer para la mujer sino también para el hombre. Los expertos aseguran que el placer no está definido por el tamaño del pene sino en su firmeza y tonificación, así como en los movimientos que se realicen con él.

Con una vagina más estrecha se estimula más el pene y la mujer puede experimentar más placer en la penetración. Además, puede ayudar a alcanzar el orgasmo con una mayor facilidad, sobre todo porque proporciona una mayor fricción. Cuando el hombre penetra, empuja en la vagina y clítoris y labios inferiores se mueven hacia abajo. Esto ayuda a estimular la zona, permitiendo llegar al orgasmo a través del coito.

¿Por qué se puede estrechar la vagina?

Es importante comenzar por decir que tener la vagina ancha no está relacionado con la cantidad de relaciones sexuales tenidas. Las razones son muy variadas. Por ejemplo, una vagina puede no volver a la normalidad tras un embarazo o por un parto. Si se tienen embarazos o partos muy seguidos, la vagina no se recupera al 100%.

Además, también puede deberse a otros factores como el paso de los años. Tener la vagina ancha no es un gran motivo de preocupación para ninguna mujer, o no debería serlo. Gracias a un buen entrenamiento, la vagina puede volver a recuperar su estado normal.

Muchas mujeres deciden someterse a una intervención llamada vaginoplastia, algo que conlleva riesgos y un desembolso económico. A pesar de ello, no es necesario someterse a esta operación, hay formas de recuperar la tonicidad de la vagina. Buscando tener los músculos pélvicos tonificados se conseguirá el objetivo. Pero, además, con ello, se conseguirá que haya más lubricación genital, otra preocupación de muchas mujeres con el paso de los años.

Formas para estrechar la vagina

Una de las formas más recomendadas para tonificar y estrechar la vagina es con los conocidos ejercicios de Kegel. Son ejercicios de contracción y relajación y hay que hacer varias repeticiones.

Estos ejercicios pueden ser realizados en la comodidad de nuestro hogar, pero si queremos podemos hacerlos en cualquier lugar. Nadie se dará cuenta de que los estamos realizando. Para practicar estos ejercicios es necesario notar los músculos del suelo pélvico. Son los que permiten cortar el flujo de orina cuando se está orinando, por ejemplo. Para ejercitar esta zona, hay que apretarlos durante unos 10 segundos y relajarlos durante otros 10 segundos. Es importante ir haciendo repeticiones, alterando el tiempo de presión y de relax.

Además de con los ejercicios de Kegel, hay otros métodos para hacer que la vagina se estreche. Por ejemplo, hacer sentadillas puede ser una solución estupenda. Además de conseguir estrechar y tonificar la vagina, también se tonifican los músculos de las piernas, pantorrillas, cuádriceps, zona del muslo y también ayuda a tener unos glúteos más tonificados. Este ejercicio se hace colocándose de pie, con las rodillas ligeramente flexionadas y los pies separados a la altura de lo hombros, paralelos. Ahora simularemos que nos sentaremos en una silla, con la espalda recta y los brazos extendidos. Hay que bajar y subir como si fueramos a sentarnos.

Si se quiere aumentar la dificultad, en lugar de apoyar toda la superficie del pie, intentaremos hacer el ejercicio de cuclillas. No es sencillo al principio y costará algo acostumbrarse, pero también brinda buenos resultados.

Herramientas para fortalecer la pared vaginal

En caso de no querer hacer ejercicio físico como tal, siempre se puede optar por otras propuestas como los conos vaginales. Los encontraremos en diferentes pesos y tamaños y el ejercicio debe ser realizado durante unos 15 minutos.

Se deben insertar estos conos en la vagina y apretar los músculos del suelo pélvico para mantenerlos en el lugar durante unos 15 minutos. Esto es algo que se debe hacer dos veces al día para mejorar los resultados. Se comenzará con el cono más ligero y a medida que se domine, se pasará a otro más pesado. Con cada salto de peso y tamaño, los músculos se harán más firmes.

Otra opción son las conocidas bolas Ben Wa, bolas chinas o bolas de Geisha. Se puede hacer en cualquier lugar tras haberse insertado las bolas en la vagina. Hay que apretar los músculos para mantener las bolas dentro, lo que hará que se esté ejercitando la zona en todo momento. Tras poco tiempo, cualquier mujer verá que se puede tener un gran control sobre los músculos de la vagina. Con ello, poco a poco se habrá cumplido el objetivo y tener la vagina flácida ya solo será un recuerdo.

Como en cualquier clase de ejercicio y remedios caseros, es importante la constancia y tener en mente el objetivo. No vale de nada hacerlo un día sí y cuatro no. Si se quiere conseguir llegar a la meta, hay que tener una constancia diaria y hacer los ejercicios varias veces cada día. En no demasiado tiempo se verán los resultados y el sexo se mejorará.

  • Sexo. Las relaciones sexuales sin protección pueden provocar infecciones de trasmisión sexual. Las relaciones sexuales vigorosas o una lesión en el área pélvica pueden causar traumatismo vaginal.
  • Ciertas afecciones médicas y tratamientos. Algunas afecciones, como la endometriosis y la enfermedad inflamatoria pélvica, podrían provocar dolor durante las relaciones sexuales. Las cicatrices de una cirugía pélvica y algunos tratamientos oncológicos también pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales. El uso de algunos antibióticos aumenta el riesgo de una candidiasis vaginal.
  • Anticonceptivos y productos de higiene femenina. Los anticonceptivos de barrera, como los preservativos, los diafragmas y el espermicida asociado, pueden provocar irritación en la vagina. El uso de rociadores, desodorantes o lavados vaginales puede causar o empeorar la irritación.
  • Embarazo y trabajo de parto. Durante el embarazo, la secreción vaginal suele aumentar. Los desgarros vaginales son relativamente comunes durante el trabajo de parto. En algunos casos, es necesario hacer una incisión en el tejido del orificio vaginal (episiotomía) durante el trabajo de parto. Un parto vaginal también puede reducir el tono muscular en la vagina.
  • Problemas psicológicos. La ansiedad y la depresión pueden contribuir a un nivel bajo de excitación y, como consecuencia, causar malestar o dolor durante las relaciones sexuales. Los traumas, como el abuso sexual o una experiencia sexual dolorosa, también pueden causar dolor relacionado con las relaciones sexuales.
  • Niveles hormonales. Los cambios en los niveles hormonales también pueden afectar la vagina. Por ejemplo, la producción de estrógeno disminuye después de la menopausia y durante la lactancia. La falta de estrógeno puede provocar adelgazamiento del revestimiento vaginal (atrofia vaginal), lo que causa dolor durante las relaciones sexuales.

¿Cuáles son los problemas vaginales más frecuentes?

Las afecciones que podrían alterar la vagina incluyen las siguientes:

  • Problemas sexuales. Estos podrían incluir dolor recurrente o persistente inmediatamente antes, durante o después de tener relaciones sexuales (dispareunia). El dolor durante la penetración podría ser causado por espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal (vaginismo). Los músculos del suelo pélvico pueden ponerse tensos, lo que provoca dolor crónico y dolor durante las relaciones sexuales. La sequedad vaginal, que con frecuencia ocurre después de la menopausia, también puede provocar dolor durante las relaciones sexuales.
  • Infecciones de trasmisión sexual. Varias infecciones de trasmisión sexual pueden afectar la vagina, incluidos la clamidia, la gonorrea, las verrugas genitales, la sífilis y el herpes genital. Los signos podrían incluir secreción vaginal anormal o llagas genitales.
  • Vaginitis. Una infección o un cambio en el equilibrio normal de las levaduras o las bacterias vaginales pueden provocar inflamación en la vagina (vaginitis). Los síntomas incluyen secreción vaginal, olor, picazón y dolor. Los tipos comunes de vaginitis incluyen vaginosis bacteriana, candidiasis y tricomoniasis.
  • Relajación del suelo pélvico. Si los ligamentos y los tejidos conectivos que mantienen el útero y las paredes vaginales colocados se debilitan, el útero, la vejiga, el recto o las paredes vaginales podrían deslizarse hacia abajo (prolapso). Esto podría provocar un bulto en la vagina o pérdida de orina al toser y estornudar.
  • Otras afecciones poco frecuentes. Los quistes vaginales pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales o dificultar la colocación de un tampón. El cáncer vaginal, que al principio podría manifestarse como sangrado vaginal después de la menopausia o las relaciones sexuales, también es una posibilidad poco frecuente.

¿Cuáles son los signos o síntomas de problemas vaginales?

Consulta con el proveedor de atención médica si notas lo siguiente:

  • Un cambio en el color, el olor o la cantidad de secreción vaginal
  • Enrojecimiento o picazón vaginal
  • Sangrado vaginal entre los períodos, después de las relaciones sexuales o después de la menopausia
  • Una protuberancia o un bulto en la vagina
  • Dolor durante las relaciones sexuales

Es posible que no sea necesario que consultes con tu proveedor de atención médica cada vez que tienes irritación y secreción vaginal, especialmente si te diagnosticaron una infección vaginal por levaduras en el pasado y presentas signos y síntomas similares. Sin embargo, si los síntomas no desaparecen después de haber recurrido a un medicamento que obtienes en la farmacia, consulta con tu proveedor de atención médica.

¿Qué puedo hacer para mantener la vagina saludable?

Puedes tomar medidas para proteger la salud vaginal y tu salud general. Por ejemplo:

  • Actúa con responsabilidad al tener relaciones sexuales. Usa preservativos o mantén una relación mutuamente monógama con una pareja que no tenga infecciones de trasmisión sexual. Si usas juguetes sexuales, límpialos después de cada uso.
  • Vacúnate. Las vacunas pueden protegerte del virus del papiloma humano (VPH), el virus asociado con el cáncer del cuello del útero, así como de la hepatitis B, una infección hepática grave que puede trasmitirse por contacto sexual.
  • Haz los ejercicios de Kegel.
  •  Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a tonificar los músculos del suelo pélvico si sufres prolapso, pérdida de orina o debilidad del suelo pélvico.
  • Infórmate sobre tus medicamentos. Habla con tu proveedor de atención médica sobre el uso de medicamentos y los posibles efectos secundarios para la vagina.
  • Limita la cantidad de alcohol que bebes y no fumes. El abuso crónico de alcohol puede afectar la función sexual. La nicotina podría afectar la excitación sexual. El abuso de sustancias también podría relacionarse con una salud física y mental deficientes, lo que puede afectar la función sexual.

Si bien no se pueden prevenir todos los problemas vaginales, las revisiones médicas periódicas pueden ayudar a garantizar que los problemas que afectan a la vagina se diagnostiquen lo antes posible. No dejes que la vergüenza te impida hablar con tu proveedor de atención médica acerca de cualquier inquietud que puedas tener sobre la salud de tu vagina.